El Principado de Andorra es un pequeño país situado en el corazón de los Pirineos entre Francia y España, que es muy visitado por turistas gracias a sus fantásticas tradiciones y pistas de esquí pero ciertamente a pesar de ser un pequeño estado con un alrededor de ochenta mil personas sufre de algunos problemas.
Problemas de Andorra
El gobierno andorrano ha llegado a pedir ayuda económica a sus vecinos, sin ningún éxito, lo cual deja al país totalmente solo al momento de afrontar crisis económica, como se pudo ver a inicios de la pandemia de COVID-19, debido a que Andorra atrae un alrededor de 8 millones de turistas anualmente, siendo estos principalmente españoles y franceses, teniendo así una fuerte dependencia del comercio transfronterizo y el turismo, cuáles fueron los dos sectores paralizados durante el cierre de las fronteras en marzo debido a la pandemia.
Dejando de lado la dependencia del comercio transfronterizo y el turismo su sistema bancario según economistas adolece de tres defectos esenciales, cuales son su modelo de reserva fraccional, donde se mantiene una parte de su financiación, en liquidez para hacer frente a la operativa corriente, mientras que el resto se presta a largo plazo para aprovechar el diferencial, apalancando su balance e inmovilizando recursos, pero su modelo bancario carece de un prestamista de último recurso, debido a la inexistencia de un banco central local que pueda ayudar de soporte en caso de alguna dificultad.
Otra de sus defectos es que Andorra no es miembro ni de la Eurozona ni de la Unión Europea, lo cual imposibilita su acceso a los fondos del Banco Central Europeo. Complicando cualquier crisis interna debido a que no podrá ser auxiliada por una entidad exterior.